Cuando el barrio recién asomaba al siglo XX, este alojamiento llamado "El Paraíso" pero conocido popularmente como Madame Safó (nombre de la primera Madama reconocida), era el más costoso y lujoso de la época.
Inaugurado en 1916 el edificio contaba con una extensa galería sostenida por columnas doradas. Por la misma se accedía a las habitaciones que estaban enfrentadas y daban a un patio central, coronado por un lucernario.
Existen muchos relatos sobre el local entre los que se cuentan las visitas de Carlos Gardel, del Príncipe Humberto de Saboya (heredero del trono de Italia), del Presidente Marcelo T. de Alvear, entre otros políticos, escritores y cantantes que visitaban la ciudad.
Con el pasar de los años tuvo renovaciones de las habitaciones, baños, patios internos, entre otros espacios, pero conserva su frente intacto, la gran puerta de madera trabajada, y algunas de las características originales de su interior, como pisos y aberturas.
Testigo de la época de oro de los burdeles, es uno de los pocos que se conservan en el barrio haciendo honor a sus orígenes.
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