A partir de 1885 Manuel Arijón comenzó la construcción de mansiones destinadas a amigos y familiares de la alta sociedad, quienes las arrendaban durante el período estival para esparcimiento o fiestas.
Fueron en total seis viviendas que conformaron lo que él mismo denominó «Aldea Saladillo» y estaban a la vera del camino principal que atravesaba sus campos, senda que más adelante se convertiría en la actual Av. Arijón.
Entre las mansiones se destaca la Casa de la Cultura Arijón. De estilo art nouveau, muestra simetría en la fachada y en el interior, con una galería que la rodea. La casona posee herrería artesanal con remaches en rejas y barandas que le aportan un carácter único y distintivo. También se destaca la incorporación de mayólicas originales color verde jade. La casa pertenecía a propietarios privados hasta la década de 1940, cuando pasó a manos de la provincia de Santa Fe. Desde entonces tuvo varios destinos, diferentes instituciones intermedias tuvieron su sede hasta el año 2007 que pasó a depender del Ministerio de Cultura santafesino y se convirtió en La Casa de la Cultura Arijón. Desde ese momento lleva adelante un proyecto sociocultural integral para todas las edades, recibiendo a vecinos y vecinas del Saladillo.
Frente a este edificio también sobresale la arquitectura de otra antigua casona denominada Villa Regina (Arijón 81 bis), famosa entre los vecinos del barrio por las historias sobre apariciones fantasmales.
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