A fines del siglo XIX y principios del XX los boticarios y farmacéuticos fueron figuras clave y reconocidas en la vida cotidiana de la población y en particular en el barrio prostibulario de Pichincha.
Preparaban remedios, proveían recetas protegiendo a la comunidad con sus conocimientos. La histórica farmacia Lister, que se encontraba en el centro de la zona, brindaba estos servicios desde 1920.
La construcción sigue en pie con el nombre de la farmacia con letras en volúmen que coronando el edificio.
A pocos metros este histórico edificio, por calle Pichincha (entre Salta y Catamarca), se encuentra la parroquia Inmaculada Concepción de Rosario fundada en 1899. Junto a la naciente parroquia comenzó a funcionar una pequeña escuela y desde 1913 el templo adoptó su forma actual.
El edificio se caracteriza por un lenguaje arquitectónico ecléctico, reflejado en su fachada de dos plantas, que combina arcos redondeados, típicos del estilo neorrománico, con columnas planas decorativas de estilo neoclásico, dispuestas en diferentes niveles, las cuales enmarcan el sector central de la fachada. También llama la atención la base de mármol y el adorno triangular sobre la puerta principal y arriba del ingreso una imagen colorida de la Virgen
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